Miguel

Es un placer presentar Michael, la segunda emisión de nuestra serie Ángeles y Demonios.

El Arcángel Miguel es una figura prominente en varias tradiciones religiosas, incluyendo el cristianismo, el judaísmo y el islam. En la tradición cristiana, Miguel es considerado como el líder de los ejércitos de Dios y es conocido por su papel en la lucha contra el mal, representado a menudo en el arte derrotando a Satanás en forma de dragón. Se le considera un protector de la Iglesia y se le invoca a menudo para la protección contra el mal y los peligros.

En la tradición hebrea, Miguel aparece como un protector de Israel y es visto como un ángel de misericordia, un intercesor entre Dios y la humanidad. En la literatura rabínica, se le describe a menudo defendiendo las almas de los justos frente a las acusaciones satánicas.

En el islam, Mikail (Miguel) es uno de los cuatro arcángeles y se le asocia con la provisión de alimento y las leyes de la naturaleza. Es menos belicoso pero igualmente poderoso, actuando como un ángel de misericordia.

Miguel es honrado por su valentía y su liderazgo en la batalla espiritual.

En el reverso se representa a Miguel con todo su poder, liderando el ejército de los cielos, manteniendo a la espera a sus ángeles y señalando sin misericordia a los demonios. Miguel sostiene en su mano su espada, chapada en oro para resaltar su importancia, porta una armadura divina y tiene desplegadas sus tres pares de alas. Tras de él se encuentra su ejército de ángeles, con armaduras, lanzas y espadas en formación, a la espera de la orden de su comandante. En el cielo se aprecia que van llegando más soldados angelicales al frente para incorporarse a las filas. Frente a la espada de Miguel se encuentran temerosos dos demonios que huyen despavoridos del ataque que está a punto de suceder.

En el anverso se representa la dicotomía del cielo y el infierno, dividiendo la moneda en dos hemisferios, a la izquierda se representa el cielo con un entorno de paz y armonía, con ciervos pastando en el prado muy tranquilos, mientras que en la derecha se representa el infierno, árido y peligroso, sin recursos y estéril, con los restos secos por sobre el suelo y cuervos deseando alimento. En el centro se representa el árbol de la vida, frondoso y esplendoroso a la izquierda, y marchito y tenebroso a la derecha.

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