El arte de la vidriera es la técnica de crear vitrales decorativos para iglesias, catedrales y edificios importantes. Este arte combina el uso de piezas de vidrio de colores, cortadas y ensambladas, con el objetivo de crear imágenes o patrones que permiten el paso de la luz, generando efectos luminosos y dramáticos.
En México, los vitrales no solo han sido empleados en contextos religiosos, sino que también han evolucionado en el ámbito laico, decorando edificios históricos, palacios y residencias privadas. Con el tiempo, los artistas mexicanos adaptaron el arte de la vidriera, incorporando temáticas locales como motivos prehispánicos, flora y fauna autóctonas, y escenas del mestizaje y la vida cotidiana.
Hoy en día, el arte de la vidriera en México sigue siendo una manifestación artística vibrante, tanto en su forma tradicional como en versiones más contemporáneas, donde los artesanos y artistas exploran técnicas modernas y narrativas visuales más complejas. Este arte mantiene una conexión única con la luz, el color y la cultura mexicana, destacándose por su capacidad de transformar los espacios a través del juego de luz y sombra.